En A través de los años… la
Existencia se presenta contada por sí misma, luego de descubrir que el mayor
aprendizaje es haberla vivido. Ruggiero
nos permitirá ser partícipes del nacimiento de una Vida, una que ya fue vivida
y por eso, el lector valorará más la obra en sí misma y su propio Camino en su
trayecto por ella.
Con esta creación pasará lo contrario
de lo que sucede con el común de los libros; el lector no la elegirá, si no que
será ella la que lo encuentre, debido a que esta es una historia sólo para
aquellos que pueden ver más allá de los límites de la realidad, porque será
generadora de fantasías categóricas y de realidades reveladoras, desde la
presencia de una mujer común como tantas y como tantas y todas: única.
Esta nouvelle encontrará a un lector sorprendido que tendrá la
posibilidad de trasladarse y adelantarse en el tiempo, a través de los episodios
por los que haya pasado. Porque A través de los años… todos y cada uno sin excepción
transitaremos entre sabidurías, miedos, dolores y locuras, en común con el
Género Humano.
Nos alcanzará en una dimensión en la
que, lector y autora volveremos a develar los secretos que aún se mantienen
intactos si es que hemos despertado al niño en nuestros corazones. De la misma
manera, exploraremos la mente de una protagonista – narradora que asoma a los
límites de la demencia, observando las consecuencias de las acciones de los
hombres.
A través de los años… que nos ofrece Susana Ruggiero nos encontraremos a
nosotros mismos, en la más acabada diversidad y contraste de Humanidad: dolor –
sanación; locura – cordura; ingenuidad – sabiduría en una mezcla que sólo ella
puede dar en el justo medio de una realidad avasallada por el impacto del dolor
y domesticada por la alegría de estar viva.
Me
permito presentar entonces al lector, en este primer libro individual de la
autora, el mito del eterno retorno, concepción filosófica del tiempo que se formula
a partir de la idea de la repetición infinita del mundo, hasta tu extinción
total y recreación una y otra vez. Lo interesante de esto es que sigue la regla
de la causalidad; así entonces el origen del mundo es la causa de su final y su
final la causa de un nuevo fin. En esta obra, puedo dimensionar la misma
intencionalidad y doble: La literaria que determina una escritura estilizada y
fresca, producto de un trabajo constante;
y la filosófica en la que a través de la sucesión de acontecimientos
relatados y otros que se pueden construir mentalmente haciendo hablar a la
misma conciencia, nos colocamos en situación de receptores de vivencias
universales y absolutamente recreables.
Con este libro la autora plantea,
quizás sin habérselo propuesto, la constante e interminable definición de un
mundo al cual el Ser Humano en su cabal madurez desea
regresar siempre, porque es en el que fue feliz entrañable y genéticamente; y
porque en ese sideral espacio, recóndito e infinito puede reencontrarse una y
otra vez a sí mismo y a todos los que ha amado; me refiero indudablemente al
fondo más profundo y ancestral de su Espíritu, por medio del cual se asemeja,
básica, voluntaria y libremente a Dios .
Prof. Mónica Griolio
Corrientes, Argentina, otoño de 2012